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Point Blank y Sleeper.
Precuela y saga de del maestro
Brubaker con dibujos de Colin Wilson y Sean Phillips. Género negro del que tan
bien nos tiene acostumbrados el amigo Bru que aquí sigue dando el máximo nivel.
Ambientado en el universo Wildstorm,
un asesinato revela una trama oculta de espionaje y miserias donde un agente
oculto tendrá que sobrevivir entre dos mundos. Como Fatale, Criminal o el
propio Capi, Brubaker saca lo mejor de sí mismo en una historia que te mantiene
enganchado desde el minuto uno.
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Ojo de Halcón.
Lemire y Ramón Pérez cogen el testigo
de Fraction y Aja para volver al mundo de este nuevo y renovado Clint “Universo
Cinemático” Barton con un aroma continuista siempre presente.
Nuestro querido Clint sigue
acompañado de Kate Bishop para dar rienda suelta a aventuras desenfadas con un
toque de humor, pero con la novedad de numerosos flashblacks sobre el pasado de
nuestro arquero vengata. Y estén atentos al final porque la etapa promete (¿Alguien
ha llamado al viejo Logan?).
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Capitán América.
Como ya nuestro Guadiana Pablo ha
comentado varias colecciones del nuevo universo Marvel tan maravillosas como
Extraño o Relatos Salvajes, me gustaría que nos centráramos un momento en la
nueva del Capi. Spencer y Acuña están que lo tiran.
Con Sam Wilson continuando con el
escudo (algo que no tragaba pero que entre el final de la etapa de Remender y
esta de Spencer me voy a tener que callar), la serie está cogiendo altos
vuelos. Una serie política, con homenajes continuos a los clásicos del vengador
de las barras y estrellas, un gran dibujo y una trama que engancha. Una joyita
escondida por la que nadie daba un duro (sí, un duro porque los villanos y
personajes que van apareciendo por la colección parecen más de aquella época de
la peseta). Además, black power por todos los poros (peaso de Misty Knight que
está pululando por la serie). Vamos, de lo mejor de la era post SW.
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